El color en el espacio es un elemento esencial para el diseño interior. Hay muchas formas de lograr un ambiente confortable y acogedor en una sala o en un comedor por ejemplo; todo esto depende de los gustos personales de cada uno, y claro que nuestra labor como arquitectos de interiores es guiar al usuario a la elección adecuada. 
Esto puede ser con un solo color, basándose en la gama que refleje el ambiente que buscamos o bien con combinaciones. Cualquiera que se escoja, debemos tener en cuenta el mobiliario existente o a elegir, ya que hay muebles que van bien con determinados tonos, por ejemplo; si se escoge un matiz negro o pizarra para muros, se está inclinando el interiorismo a una atmósfera contemporánea, en donde los muebles de lineas rectas son idóneos. Por el contrario para una silla o sillón rustico son muy adecuadas las gamas térreas, por supuesto que esto no es una regla, se pueden lograr ambientes eclécticos, el éxito del interior es la correcta combinación del mobiliario, los colores y los accesorios.  Desde luego, si se procuran las tonalidades neutras para las grandes superficies -muros, pisos y techos- las posibilidades de jugar con los colores en el mobiliario y los accesorios aumentan, pero también se consigue con mayor facilidad la mesura de una atmósfera. Asimismo el color de la luz y el del arte, tienen efectos en el conjunto.